Etiquetas
- Agatha Christie
- Ana María Matute
- Antonio Muñoz Molina
- Arthur Conan Doyle
- Carmen Martín Gaite
- Charles Dickens
- D. H. Lawrence
- Edith Wharton
- Fíodor Dostoyevski
- Gabriel García Márquez
- Gerald Durrell
- Giuseppe Tomasi de Lampedusa
- Graham Greene
- Gustave Flaubert
- Harper Lee
- Helene Hanff
- Henry James
- Henry Miller
- Italo Calvino
- Javier Cercas
- Javier Marías
- Josep Pla
- Joseph Roth
- Juan Rulfo
- Julian Marías
- Kenneth Grahame
- Kirmen Uribe
- Knut Hamsun
- Lawrence Durrell
- León Tolstoi
- Manuel Vázquez Montalbán y Andrea Camilleri
- Marguerite Duras
- Mercé Rodoreda
- Miguel Delibes
- Orham Pamuk
- Patrick Modiano
- Paul Auster
- Philippe Claudel/Selma Lamerlöf
- Ray Bradbury
- Robert Walser y Juan Ramón Jiménez
- Thomas Bernhard
- Thomas Mann
- Truman Capote
- Wenceslao Fernández Flórez
lunes, 29 de abril de 2013
"como algunos saben, escribo aún a máquina"
"En mi caso se añade un problema, tanto para mis columnas como para mis novelas: como algunos saben, escribo aún a máquina, con una Olimpia modelo Carrera de Luxe. Antes Julia Luzán, ahora Virginia Solans, han tenido la bondad y la paciencia de picar o escanear estos textos, que envío por antediluviano fax. Hace poco apareció la noticia de que Gondrej & Boyce, de Bombay, la última compañía del mundo que fabricaba máquinas de escribir, clausuraba su planta dedicada a eso, por falta de demanda. Yo corrijo mucho y repito cada página cuantas veces juzgue necesario, lo cual significa que con cada novela que escribo les doy tal paliza a mis máquinas (una en Madrid y otra en mi piso alquilado de una pequeña ciudad), que quedan casi inservibles tras la terminación. La última la logré escribir gracias a la gentileza de Juan Iriarte, hermano de mi amigo Antonio, que tuvo a bien regalarme una Olympia Carrera de Luxe (es a la que estoy acostumbrado, y se me hace cuesta arriba cambiar) que tenía arrumbada y apenas había usado. Por desgracia murió hace algo más de un año y no ha podido leer "su" novela, pero vaya aquí mi gratitud eterna a su generosidad.
Supongo que aferrarme a mi máquina equivale a lamentar que las plumas no sean ya de ave, sino estilográficas. No es la única razón por la que me siento un arcaísmo. Pero si otro Juan Iriarte no me consigue pronto (las compraría de buen grado, claro está) otras dos Olympias Carrera de Luxe, me temo que habré de renunciar tanto a estas columnas como a cualquier novela futura. Lo cual, no me hago ilusiones, sería una alegría para bastantes. Pero, qué quieren, me gusta escribir sobre papel. Sacar luego la hoja y corregirla a mano, con tachaduras, flechas y cambios, y volverla a teclear, una y otra vez. Pierdo mucho tiempo, me dicen, pero yo no escribo para ganarlo ni ahorrármelo, sino para aprovecharlo y sentirlo pasar, o incluso para eso, para perderlo, y pensar mejor. Y cada vez que tecleo de nuevo la página la voy asumiendo, aprobando, le voy dando el visto bueno y me voy acostumbrando a ella. Porque a todo tiene uno que acostumbrarse, hasta a lo que sale de su imaginación."
Javier Marías, en el periódico El País, de 10/07/2011 - artículo completo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Curioso que Woody Allen también siga escribiendo a mano y a máquina: http://www.fayerwayer.com/2012/06/woody-allen-confiesa-que-jamas-ha-enviado-un-e-mail-y-no-tiene-computadora/
ResponderEliminar